Los cigarrillos electrónicos, denominados Dispositivos Susceptibles de Liberación de Nicotina (Ley 28/2005 y Real Decreto 579/2017), están incluidos en la categoría de productos relacionados con el tabaco. Se han encontrado sustancias cancerígenas en líquidos y vapor de cigarrillos electrónicos, por lo que no se pueden excluir los riesgos para la salud asociados al uso o exposición al vapor.
¿De verdad, es más seguro vapear que fumar tabaco?
El cigarrillo electrónico se promociona como la alternativa saludable al tabaco, pero existen muy pocas evidencias sólidas sobre sus efectos a medio y largo plazo en la salud. Además, no es un producto que se regule como medicamento, y su eficacia como método para dejar de fumar está en duda por la Organización Mundial de la Salud.