SITUACIONES DE ESPECIAL RIESGO

Todo consumo implica un riesgo pero éste es mayor en algunas circunstancias:

  • Ingestión de dosis sucesivas: la repetición de dosis en una misma noche para mantener los efectos estimulantes puede elevar la concentración de éxtasis en el organismo y aumentar peligrosamente los efectos y riesgos.
  • Condiciones ambientales: el consumo en espacios cerrados poco ventilados o en épocas cálidas aumenta el riesgo del “golpe de calor” que puede llegar a ser mortal.
  • Actividad física intensa: el riesgo aumenta si se realiza ejercicio físico o si se baila durante periodos prolongados.
  • Embarazo y lactancia: el consumo de éxtasis puede provocar daños en el desarrollo del feto y en el lactante.
  • Adolescencia: el consumo es especialmente perjudicial en una etapa en la que el organismo (en especial el cerebro) se está desarrollando y madurando.
  • Enfermedades asociadas: el consumo aumenta el riesgo de empeorar otras enfermedades como epilepsia, diabetes, hipoglucemia, cardiopatías, hipertensión o trastornos psiquiátricos.
  • Policonsumo: el consumo de éxtasis con otras drogas aumenta su toxicidad y el peligro de reacciones adversas.
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